
Durante el verano la isla de Mallorca y Palma de Mallorca en particular son tomadas de asalto por jóvenes que buscan la diversión, mientras desde Septiembre / Octubre, la isla se llena de jubilados y niños en edad preescolar.
En línea de principio todos los hoteles y los restaurantes son equipados con tronas para los más pequeños y menús específicos. Calentar papillas o biberón no es nunca un problema y algunas cadenas hoteleras ponen la sala desayunos de microondas a disposición de la clientela.
Los supermercados están bien dotados de todo el necesario para los pequeños (pañales, papillas, leche en polvo) y es bastante simple encontrar servicios higiénicos dotados para el vendaje (en el aeropuerto todos los servicios tienen una baby room). Toda el área turística de Palma es fácilmente practicable con cochecitos de niños, tanto en la zona central, peatonal, como en el paseo marítimo, dónde un enorme paseo costea la playa.
En línea de principio las ciudades mayores de la isla y los mayores lugares de veraneo también son a medida de niño.
La población local, en fin, es muy cortesa al final de la larga temporada turística también, y en todo sitio, hasta al check-in del aeropuerto, los más pequeños reciben atenciones y más consideración.
En fin no hay que olvidarse que en toda Mallorca, Palma incluida, la microcriminalidad es reducida al mínimo, la limpieza de las calles y de los ambientes públicos es severa y hay un atento respeto por las reglas viales, no última la precedencia de los peatones sobre los pasos de cebra.